El desconocimiento de los empresarios sobre la necesidad de contar con ámbitos laborales adecuados para sus trabajadores, se traduce cada vez más en «elevados costos por ausentismo y una creciente litigiosidad», advirtió el presidente de la Fundación Argentina de Ergonomía (FADE) Sebastián Astorino.
La ergonomía es el conjunto de conocimientos científicos aplicados para que el trabajo, los sistemas, productos y ambientes se adapten a las capacidades y limitaciones físicas y mentales de la persona. Astorino consideró que los empresarios sufren de «falta de asesoramiento» sobre ergonomía, que se traduce en «elevados costos por ausentismo y rotación del personal, y una progresiva y creciente litigiosidad».
«El empleador padece la falta de ergonomía sin saber ponerle un nombre a la fuente de ese padecimiento, pero a su vez desconoce las virtudes y beneficios de esta disciplina aplicada al trabajo», alertó. En ese sentido, comentó que «es por esto que a pesar de que en la Argentina existen límites legales para el peso máximo que un trabajador puede levantar manualmente, hoy el 90% de los casos en los que somos consultados el empresario ignora totalmente la existencia de los mismos».
Asimismo, advirtió que las Aseguradoras de Riesgos de Trabajo, «que sí están informadas y al tanto de las implicancias legales del incumplimiento de sus clientes, prefieren un silencio de dudosa intencionalidad dejando a sus asegurados a merced de una industria del juicio millonaria, pero al mismo tiempo dejando al trabajador pagar con su calidad de vida».
Astorino recordó que el 24 de abril del año pasado entró en vigencia una resolución de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), que -a su criterio- «ha llegado para revolucionar los estándares en el plano de la prevención de riesgos del trabajo». «Si bien es un avance histórico para el país y para la región en materia de legislación y de metodología, la falta de formación por parte de quienes deben aplicarla como de aquellos que deben controlar y hacer cumplir su aplicación, hace que se inicie con muchas dudas al respecto», aclaró.
Además, recordó que, por ley, los trabajadores y las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo «están obligados a adoptar las medidas legalmente previstas para prevenir eficazmente los riesgos del trabajo y que a tal fin, deberán asumir compromisos para cumplir con las normas de higiene y seguridad».
Según el dirigente, «el panorama ha cambiado y de manera positiva, planteando un enorme desafío a todos los actores de este escenario, desde organismos de control, hasta aseguradoras de riesgo, incluyendo a los representantes de los trabajadores, los profesionales de la salud ocupacional y la seguridad e higiene hasta a los especialistas en ergonomía». «Pero sobre todo, el desafío incluye al trabajador, ampliando sus derechos y reconociendo la falta de ergonomía y los trastornos músculo-esqueléticos como lo que son, uno de los riesgos laborales más dañinos y más costosos en todo el mundo», enfatizó.
Para Astorino, los principales beneficios de la ergonomía para los trabajadores y empresarios son: prevenir riesgos laborales, disminuir molestias físicas a los trabajadores, mejorar la comodidad en ambientes de trabajo y elevar la productividad del trabajador, entre otros.
El dirigente señaló que en la Argentina no hay datos estadísticos sobre ergonomía, pero indicó que el país está en condiciones de desarrollarlos, como ocurre en Brasil o Chile. Por último, Astorino destacó que la Fundación que preside agrupa a empresarios, profesionales, académicos, desarrolladores y especialistas en ergonomía aplicada a la industria y el trabajo, «con el fin de brindar soluciones a las necesidades de la comunidad que conforma la realidad del mundo laboral donde se requiera de la ergonomía».
Fuente: diariolaopinion.com.ar